En estos tiempos que nos obligan a replantearnos nuestra manera de elaborar arte, de comunicar emociones y de buscar, de alguna manera, generar vínculos a pesar de la distancia, nos hemos vuelto muy creativos para mantener lazos, sin embargo el Consejo Ciudadano de Seguridad y Justicia de la CDMX tiene registrado un incremento del 73% en llamadas de ayuda respecto al mismo periodo de 2020. debido a la depresión de fin de año.
Es por ello que CETRO, (ubicado en el piso 46 del World Trade Center) resulta un abrazo an ánima, un paso muy grande para vincular el arte y la tecnología, la fiesta, el folclore y un impulso para aquellas personas y empresas que buscan mejorar las condiciones de vida y contrarrestar el daño que el ser humano ha hecho en el planeta. Este mirador 360ª te permite ver y sentir el pulso de la Ciudad de México mientras, a través de códigos QR, te presenta datos curiosos, historia y monumentos de nuestra amada ciudad, manteniendo, en todo momento, las debidas medidas de seguridad frente a COVID-19. De tal manera que es un excelente punto de encuentro para amigos, familias, y para re-conocer un paisaje que, en los últimos 14 meses, nos ha resultado más bien ajeno.
El arte mexicano destaca por su estética, ingenio y por su capacidad comunicativa; desde Mesoamérica, pasando por la época colonial, la independentista, las vanguardias y el arte contemporáneo. El ingenio mexicano siempre encuentra un nicho para realizar arte, incluso, y me atrevería a decir, sobre todo, cuando éste va en contra o critica al status quo.
Desde la época prehispánica, el arte creado en lo que hoy conocemos como México ha sido ampliamente beneficiado por la tecnología; pensemos en los Olmecas alrededor del 1200 a.C., un grupo de personas que desarrollan esquemas de escritura y calendarios, avances en temas de astronomía, joyería en jade, a partir de la creación de herramientas que les permitieron avanzar en la construcción de su cosmovisión, misma que Teotihuacanos, Zapotecas y Mayas (por nombrar algunos) se apropiaron y adaptaron a su cosmovisión. Más tarde, en la época de la colonia, por el s.XVI, este estilo de arte lograría sobrevivir gracias al sincretismo religioso y nos permitiría reiterar, en pleno siglo XXI, que, tal como menciona la historiadora Montserrat Muñoz “el desarrollo religioso, ritualista e interpretativo del Mundo en las distintas culturas antiguas no es tan distinto”. En CETRO puedes recorrer los monumentos históricos sin salir del gran salón a través de la realidad aumentada, puedes traer al lugar desde las pirámides del Templo Mayor, el Ángel de la Independencia, el estadio de fútbol de Ciudad Universitaria, hasta a una Catrina de tamaño real. De esta manera, CETRO se vuelve un precursor del siglo XXI para la creación y difusión del arte mexicano y mantiene sus puertas abiertas a nuevos creadores que busquen continuar avanzando en el desarrollo de estos procesos.
CETRO no sólo es un mirador 360º que se aloja en uno de los espacios de referencia nacional más importante (incluso desde un sentido superficial, pues es ahí en donde los aviones dan vuelta para aterrizar en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México), sino que es un espacio en el que la magia abre paso para el arte y la imaginación, es un nuevo espacio en donde podremos conocer la Ciudad de México desde una perspectiva nunca antes planteada y de la mano de Jaax y Caloop; unos seres que bien remiten a un sincretismo de elementos fantásticos del folclore mexicano y que fungen como guías de turistas.
El 10 de abril del 2021, CETRO fue la sede del concierto EXA en donde Camilo se presentó en fue el primer artista, en el primer concierto que se realiza a 386.5 metros del suelo y el 26 de junio CETRO también fue sede oficial del PRIDE y el desfile virtual del Orgullo LGBTTTIQ+. Reiterando una tradición que proviene desde la época mesoamericana y que tiene que ver con abrir la puerta a otras culturas para vincular arte y tecnología.
Si bien en épocas precolombinas se llevaban a cabo danzas en las plazas públicas como parte de los rituales dedicados las deidades, en la colonia se desarrollaron artes escénicas en los atrios de las iglesias para evangelizar a los antiguos mesoamericanos y, tal como los vanguardistas del s.XX encontraron los espacios precisos que les permitieron vincularse con su contexto, CETRO promete ser un nuevo nicho para el desarrollo artístico del s.XXI en donde la realidad se aumenta y los sentidos se aguzan para abrir paso a una nueva manera de percibir el mundo, una nueva manera de estar y permanecer cerca. Yo no quiero perdérmelo ¿lo harás tú?
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